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Antes de seguir leyendo, piensa un poco en lo que planteamos como pregunta inicial: ¿queremos que los coches conduzcan solos? Visto desde otro punto de vista, puede ser más sencillo de ver: ¿aceptaríamos un chófer humano que condujese siempre nuestro coche? Tenemos dos posibles respuestas, como es lógico, y mientras que la opción del "no" es hoy la mayoritaria, todos conocemos personas que a la mínima de cambio nos dan las llaves de su coche para no tener que conducir.
Tiene que haber de todo, pero la cuestión más importante es que, si cambiamos un ser humano por una máquina y decimos "hoy", la polaridad de las respuestas no va a cambiar mucho, porque el "no" será mayoría, pero la parte del "sí" se quedará reducida a la mínima expresión. ¿Quién confiaría hoy en el coche autónomo para el día a día, fuera de los entornos controlados? Probablemente solo lo harían los diseñadores y los patrocinadores, pero ni tú ni yo lo haríamos.
No, no tendrás un coche autónomo mañana, ni dentro de cinco años
El tema del coche autónomo está de moda, es algo atractivo en sí mismo, sobre todo desde el lado tecnológico, y significará, probablemente, un salto cualitativo muy importante en materia de seguridad vial. Ahora vienen los "pero" y los matices, porque primero necesitamos saber si el coche autónomo lo va a ser de forma definitiva, o si nos permitiría "pasar a modo manual" cuando nosotros quisiéramos. Si es así, entonces las ventajas en seguridad vial se verán perjudicadas, y si es que no, ¿nos vamos a olvidar de conducir, para siempre? ¿Estamos listos?
Tras esas dos insignificantes objeciones a priori, llega el momento de pagar el vehículo. ¿Cuánto va a costar? ¿Se van a vender tantos en primera instancia como para que su precio sea asequible para el ciudadano medio? La respuesta es que no, y lo sabemos seguro porque tenemos el ejemplo del coche eléctrico: ¿cuán accesible es hoy en día, para el conductor medio? ¿Cuánto lo era hace cinco años? Existe evolución en precios, pero no es nada inmediato. Y volviendo al coche autónomo, está la barrera psicológica.
La barrera psicológica es la que nos hace dudar sobre si una máquina podría ser eficaz en todas las circunstancias posibles. Es curioso, porque confiamos antes en un humano desconocido que en una máquina, al menos me refiero al ciudadano común. Confiamos en el taxista, en el conductor del autobús, en el conductor del tren o los comandantes del avión, pero si nos dicen que el coche se hace cargo, dudamos. Una analogía similar está en el terreno del comercio online: la gente confía en masa en el camarero que se lleva tu tarjeta de crédito fuera de tu alcance, pero no confía tanto en los sistemas de carrito virtual.
Por tanto, las barreras para que el coche autómomo sea una realidad global son muchas: primero hay que resolver completamente el problema del coche autónomo (que lo sea realmente); luego hemos de concienciarnos de que la efectividad del 100% no es posible en el mundo real (pero siempre será más efectivo el coche autónomo que el ser humano común); más tarde hemos de confiar de verdad en la máquina; luego hemos de asumir el coste que tendrá (lo harán unos pocos primero); después, a lo mejor, lo llegamos a comprar.
Esto es lo que sí tienes hoy a tu alcance, y es bastante alucinante
Hoy en día tenemos multitud de ayudas a la conducción que no nos hacen sentir "inútiles", entendiéndose como que no nos parece que el coche esté tomando decisiones por nosotros. Están tan bien diseñadas que no notamos su presencia, a veces incluso cuando entran en funcionamiento. El ejemplo más antiguo, seguramente, es el ABS. Es una ayuda a la conducción y tiene un automatismo que, para nosotros, es transparente hasta que entra en funcionamiento. Entonces notaremos unos temblores en el pedal de freno y sabremos que el ABS está ayudando a frenar con mayor seguridad.
Otro automatismo viejuno es el ESP, o control de estabilidad (ya obligatorio de serie para coches nuevos), porque con su intervención conseguimos mantener la trayectoria del coche cuando comienza el deslizamiento sin control (o cuando pegamos un volantazo, algo que, definitivamente, hay que saber cómo hacer para hacerlo bien). Si alguna vez has escapado a una situación de emergencia y tu coche tiene ESP, ten por seguro de que no lo has conseguido gracias a tus manos.
Sobre esa base tan asumida ya por la sociedad (el ABS hace 36 años que existe, el ESP es de 1995), ¿considera la sociedad que son automatismos? ¿Que el coche actúa de manera autónoma en ciertas situaciones? La realidad es que sí, pero no todo el mundo, sobre todo porque para que actúe el ABS hay que pisar el pedal de freno con contundencia.
Sobre la base de ABS y ESP tenemos más avances, como el asistente de frenada de emergencia, pero es que además se han introducido en la ecuación los radares y los láser para medición. Por eso, hoy, tenemos los coches más seguros de la historia, pero también son los coches que son más autónomos de la historia... en esas pequeñas cosas a las que los humanos no llegamos. Por ejemplo:
- Control de crucero inteligente: mantiene la velocidad deseada salvo en presencia de obstáculos (vehículos lentos, en realidad). En caso de encontrarse un obstáculo, reducirá y adaptará la velocidad del coche en consecuencia, y cuando se libere ese impedimento, retomará la velocidad programada.
- Sistema de frenada de emergencia automática: a partir de un radar o una cámara, o a un lídar, el coche "ve" lo que tiene por delante. En caso de que se establezca que hay un riesgo de alcance, atropello o colisión, el sistema frenará el coche de forma autónoma, si el conductor no reaccionase a tiempo. Otro sistema más "liviano" es el que apoya al conductor ejerciendo más fuerza de frenado que la disponible cuando hay un peligro. En todo caso, el coche "decide".
- El sistema de aviso por cambio de carril (LDWS), que ya conocemos de otros artículos de este espacio.
- Asistente para atascos de tráfico: no es más que un sistema combinado entre otros, de manera que el coche podría seguir la cola de un atasco y mantener la velocidad y la distancia de seguridad. Sería posible desentenderse de la conducción en un atasco, con la tecnología actual. ¿No sería una delicia?
- Sistema de aparcamiento automático, que es un sistema real que nos permite, en algún caso, hasta salir del coche y dejarle hacer. Existe una amplia gama de posibilidades, desde el simple avisador de "hueco libre", pasando por sistemas que nos permiten tan solo activar los pedales, y un largo etcétera tecnológico al que le queda aún mucho por avanzar.
Puede que no te sorprenda tanto que ya sea posible al 100% hacer estas cosas, pero es que precisamente esa es la magia de la tecnología. Cuando te acostumbras a que algo te facilite la vida, más tarde o más temprano lo vas a ignorar y asumir que siempre ha sido así. Como la dirección asistida, ¿quién es el guapo que defiende hoy la no asistencia?
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La noticia ¿De verdad queremos que los coches conduzcan solos? fue publicada originalmente en Xataka por KIA .
Agradecemos a KIA
Fuente: http://bit.ly/1a8SV6e
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