Pese a que los motores eléctricos acabarán dominando el sector de la automoción, todavía estamos a tiempo de mejorar la eficiencia de los propulsores actuales, esto es al menos lo que se extrae de una investigación liderada por Argonne, Ford y FCA.
Un grupo de investigadores formados por expertos del Departamento de Laboratorio de Argonne se han asociado a sus homónimos de Ford y FCA para estudiar cómo mejorar la eficiencia de los motores de los coches atacando a la mezcla de la gasolina. El objeto de estudio es mezclar gas natural con gasolina en motores de inyección directa para aumentar hasta un 10% la densidad de potencia aumentando por tanto, y en la misma proporción la eficiencia global del propulsor.
El proyecto se encuentra en una fase muy temprana de estudio y actualmente está centrada en la exploración de los conceptos técnicos así como el desarrollo de la tecnología necesaria para poder hacer funcionar al propulsor de forma simultánea usando gas natural con gasolina. De esta forma, y encontrando la proporción adecuada, prometen mejorar las características de ambos combustibles a la vez que reducen la cantidad de aceite usado para la lubricación de las partes internas de la mecánica.
Este estudio nace también con el objetivo de poder usar la gran cantidad de gas natural que produce Estados Unidos y que en una gran parte termina por no usarse eficientemente.
La mezcla de gas natural con gasolina permitiría al motor funcionar sin enriquecer el combustible y con una sincronización óptima de la chispa al tener el gas natural mayor resistencia a este tipo de acciones de prendido, lo que se conoce como knocking y que puede ser hasta dañino para el motor.
Es decir, el gas natural se utilizaría para mejorar las propiedades de la gasolina reduciendo el número de chispazos erróneos producidos en el interior del motor.
El equipo trabaja también en encontrar la mezcla óptima de gasolina y gas natural porque cuando el motor se encuentra bajo una carga elevada la mezcla debería contener una proporción elevada de gas natural, y cuando la carga es baja sucede todo lo contrario. Pero existen factores añadidos como el estado térmico del motor o la calidad de los combustibles. Por ello, encontrar el punto de equilibrio es tremendamente complicado y ahí radica la importancia del estudio.
Este es el primero proyecto que analiza el uso de la inyección directa de gas natural bajo el enfoque de la eficiencia y personalmente espero que pueda llegar a buen puerto y acabemos los usuarios muy beneficiados.
Agradecemos a Jorge Valero
Fuente: http://bit.ly/1l2tCZH
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