Repasamos cómo los cambios estéticos de la multitarea de iOS 9 no han beneficiado la usabilidad respecto a iOS 6 y anteriores.
Ahora que la multitarea está tan integrada en los principales sistemas operativos móviles modernos, cuesta imaginar usar los smartphones sin ella. Pero hubo una época, en los años anteriores a 2010, en que iOS era un sistema que sólo la permitía en aplicaciones nativas del sistema (la música sonaba en segundo plano, por ejemplo), por lo que su uso podía resultar frustrante en según qué situaciones, frente a la brillante propuesta de Palm y webOS desde un año antes con la Pre. iOS 4 y iOS 4.2 lo cambiaron todo en iPhone y iPad respectivamente, trayendo esa capacidad de usar varias apps a la vez.
La interfaz, sin embargo, fue muy criticada en su momento. Aunque las aplicaciones se mostraban de manera accesible, a la vez que permitían ser cerradas con pulsación larga (algo que no encontrábamos en Android), no lograba transmitir la frescura de la vista de tarjetas de webOS que también vimos en la HP TouchPad. A ese carro de tarjetas deslizables se unió Windows Phone en la versión 7.5 Mango, y Android con Ice Cream Sandwich, de la mano del ex de Palm Matías Duarte. Sólo quedaba Apple con una interfaz consideraba arcaica.
Y llegó iOS 7, adoptando esa interfaz que deseábamos**. Una mezcla del resto de sistemas. Se mostraba la previsualización de las aplicaciones con el icono de éstas en la parte inferior. Deslizando hacia arriba cerraríamos las aplicaciones, y hacia el lado veríamos el resto de las recientes (no todas están abiertas). Este año, el homenaje a webOS ha sido aún mayor, y considero que la vista que presenta iOS 9 son, más que nunca, tarjetas. "Apple por fin tiene la interfaz de multitarea más bonita".
Y sí, bonita es. Pero por el camino perdimos productividad y usabilidad. Y lo explico. En iOS 6 y anteriores, en un iPhone podíamos ver 4 aplicaciones en la vista de multitarea, y en un iPad, 6 apps en vertical y 7 en disposición horizontal, lo que resultaba comodísimo. En ese sentido, iOS 7 y 8, y en mayor medida iOS 9, han empeorado considerablemente la experiencia. En un iPhone 6 con iOS 8.4, tras abrir la multitarea, sólo puedo acceder de un vistazo a 2 apps, más la vista del escritorio, y si hacemos scroll con inercia y paramos, a 3 de manera cómoda (2 en los laterales, casi escondidas). En el iPad, con todo el espacio con el que cuenta, es igual de malo y más desaprovechado. Además, de iOS 4 a iOS 6 las aplicaciones se mostraban en el borde inferior, lo que hacía comodísimo acceder a ellas, mientras que ahora puede costar algo más alcanzarlas.
En iOS 9, donde como hemos dicho, las tarjetas hacen la experiencia muy vistosa, persiste el problema, o se amplifica. Vemos 3 aplicaciones con previsualización y una cuarta borrosa con mucha menos extensión en pantalla, sobre la que cuesta más acertar. En el iPad, antes se presentaban inmóviles, a un sólo tap, mientras que con la nueva interfaz de tarjetas es común tener que hacer mucho scroll para encontrar la app deseada. Un scroll, que, dicho sea, en iOS 6 cambiaba de 7 en 7 aplicaciones.
La conclusión es clara. iOS 7 y sobre todo iOS 9 han traído las mejores interfaces de multitarea hasta la fecha, pero desde el punto de vista estético. Desde el punto de vista funcional y de la agilidad, las viejas y ya "feas" versiones ganaban por mucho. Es una sensación que ya experimentaba desde iOS 7, pero cuanto más uso la beta de iOS 9, más me molesta. He aprendido que una buena interfaz, tiene que ser, ante todo, muy accesible y agradable. Y aquella lo era más que esta. Creo que en Apple lo saben y por eso han hecho más fácil cambiar de app con alt+tabulador si tenemos teclado Bluetooth. Una pena que esa aumento de productividad no se pueda disfrutar sin teclado.
Agradecemos a Antonio Sabán
Fuente: http://bit.ly/1l2tCZH
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